El incidente de Nicola
El sol
se colaba entre las hojas
Del
pimiento plasmando
Mieles
titilantes por el piso
Los
zapatos incólumes de
Nicola
recién lustrados
Parecían
de leopardo
Por el
efecto de las hojas
Pareciéndole
curioso su calzado
Llegó a
la ciudad un lunes por la mañana
Se apeó
del bus proveniente de Buenos Aires
Cargando
un pequeño maletín
Con sólo
unos harapos y un poco de dinero
La tarde
siguiente a su llegada
Nicola
decidió tomar un refresco
e ir a
cortar su cabello
Con
rostro sereno se miraba jugando
Con las
muecas en el espejo de marco dorado
De la
peluquería de un antiguo barrio
Sentía
el sonido de las tijeras
Cerrando
los ojos cuando el
Peluquero
aplicaba espuma
Sobre su
barba para cortarla con navaja
Caminó
en dirección al mercado
Dispuesto
a comer una paila marina
Porque
el peluquero se lo recomendó
Para
darse energías le dijo
Por la
avenida siguió la cadencia
De las
piernas de una morena
Que
caminaba a prisa
Nicola
no se percató de que
A la
mujer la seguía un hombre
De
cabello graso
Prendas
harapientas y chancletas
De cuero
bien curtido
Por lo
que llegó a la marisquería
Y
solicitó una cerveza sin mayor problema
Caminó
el hombre harapiento hacia Nicola
Sin que
este se diese cuenta
Y clavó
un pequeño corvo iridiscente como obsidiana
En el
cuello límpido de Nicola
Viendo cómo
éste caía al piso
Dejando
un charco de sangre
Provocando
el escándalo
En el
restaurante
Siendo
Nicola no reconocido por nadie
Ni
tampoco por quien le asestó el golpe
Que
después en la comisaría confesó que
Fue un
error y la venganza era con otro