He
visto
he visto
que fumas sentada en el inodoro
dejando
caer la ceniza por tu entrepiernas
que
aspiras el cigarrillo corriente
y ves tu
sombra reflejada en las baldosas
blanqui-negras
intercaladas bajo una tenue luz
me han
confiado que fuiste educada en un
monasterio
y solías confesar tus pecados
las
masturbaciones con el almohadón de tu litera
el robo
de cigarrillos y la ingesta
de antidepresivos
extraídos del neceser de tu madre
me han
dicho que la realidad te golpeó
de
súbito tras llegar al cadalso
sin
público sin condenadas a la horca
que
entre sus maderas ásperas
viste
cómo se secaban los fluidos corporales
he visto
que consumes café y tabaco
a diario
y te sueñas dramaturga
pero
piensas que tus escritos enseñan
la
morbosidad del dejar escurrir
el espeso
liquido del orgasmo vaginal sobre la cruz