“sentado
sobre un sitial de piedra, hallaron el cadáver del zapatero, las cuencas vacías
como si ya nunca más fueran a contemplar otra cosa que el valle sobre el que se
alzaba su colina, la quijada abierta como si tras entrever la inmortalidad aún
se estuviera riendo…” R. Bolaño
La
poesía es ese par de zapatillas
O zapatos
depende de quién los calce
En la
cual podemos chapotear
Sobre el
barro
Bailar
sobre el abyecto cemento
Correr
en las arenas más fangosas
Levitar
en pisos mullidos
Caminar
a paso lento
Sobre
los pastos más verdes
La
poesía
Es
poesía
Más allá
de perentorias
Palabras
críticas
De seres
barbones lentes redondos
Que tras
el estrado
La
aristocratizan
La
poesía es ese par de zapatos
Que
calzo a diario
Aunque
me queden grandes
Y deba
poner pelotas de diario
En su
punta
Aunque
me queden pequeños
Y camine
casi sin pisar
Por el
dolor de jovencita oriental