Estoy aquí
en el viaje de
Artaud a México
lejos de la
ciudad más cercana
el gris de la
neblina me circunda
y el frío me
obliga a leer
con una sola
mano
las máquinas
sueltan estertores
grotescos
que a veces me
asustan
hace mucho frío
el agua de la llave
está congelada
peso mis
nervios
en los azares
de la vida
vestido con el
atuendo
de la
alienación
pero leo
y ahí me
encuentro
bajo una
especie de divina protección
recito mantras
que me invento
a mí mismo
y estoy con los
que no están
quienes me niegan
la materia
y el espíritu
se me funde
dulcemente
en los caminos
que transitaron
hace mucho tiempo
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