sábado, 2 de septiembre de 2023

 

Estoy aquí

en el viaje de

Artaud a México

lejos de la ciudad más cercana

el gris de la neblina me circunda

y el frío me obliga a leer

con una sola mano

las máquinas sueltan estertores

grotescos

que a veces me asustan

hace mucho frío

el agua de la llave está congelada

peso mis nervios

en los azares de la vida

vestido con el atuendo

de la alienación

pero leo

y ahí me encuentro

bajo una especie de divina protección

recito mantras que me invento

a mí mismo

y estoy con los que no están

quienes me niegan la materia

y el espíritu se me funde

dulcemente

en los caminos

que transitaron hace mucho tiempo

 dos ovejas

caminan sobre el

agua púrpura


es tarde ya

se mete la noche

en la vida de este día

 

vas  manejando

hacia el norte de la ciudad

 

dos ovejas se detienen ante mi mirada

el agua púrpura tiembla baila titila

 

las luces pintan

el borde de las nubes que van cruzando

sobre un tumulto de gente

 

entierran al último comunista

que llevaba armas

 

y los filodrendos

te cubren los zapatos

al pisar la entrada de la casa

martes, 15 de agosto de 2023

 

Los días se acortan

Aznar bien lo sabe

Te acompaño desde un poema

Desde el verso de Waldrop

Que surge del contacto de los

Bordes de nuestros cuerpos

Besos en la cama

Besos en la playa

Besos en la mesa

Siento el olor de tu tabaco

Sube hasta el sol más caliente

O hacia la luna gris que alumbra tu cabecita

Cabecita exquisita que tienes, mi amor

 

Los días se acortan

Y el café sigue llenando mi taza

Todo-todo-todo este amor tengo para ti

Rituales de noche por la costa

Que me acompañan todos los días

 

Charla breve de la cotidianidad

 

Poemas por la mañana. Lecturas del taller medieval de Sennett. El Salero de Cellini, las canciones de La Buena Vida. El Metro vacío, y la gente yendo a sus lugares de trabajo. La noche eterna donde tejo sueños, el lugar donde nos vemos. Te vi colgando la ropa, estabas molesta por mi actitud de la noche anterior. Se me olvidaba decir que me gustó mucho dormir contigo.

 

(desde ‘Limpia’ de Alia Trabucco Zerán.) -Un libro hermoso-

 

estas manos

que arrojan

peñascos a la policía

pueden acariciar

cocinar

zurcir

un calcetín roto

curar la pierna

de una niña

mordida por una

perra callejera

 

pueden también

estas manos

tomar una pistola

jalar el gatillo

y matar a un

animal

 

pueden enlazarse

con otras manos

pueden parecerse

a las de su madre

 

estas manos

que preparan café

pueden quitar

el pasamontañas

al ladrón y pasar

cada uno de sus dedos

por los labios marginados

 

estas manos

de mujer empleada

pueden cuidar amar

cocinar cavar un pozo

matar escribir

 

estas manos tan trabajadas

 

Llamadas desde París

 

céline me llama por las noches

llama desde parís a deshoras

quiere contarme todo:

su relación con la comida

el modo de tomar vino

de los actores

el corte en su cara que le produjo

un mendrugo de pan tras una discusión

 

céline céline céline

 

céline me llama de madrugada

quiere que cante y que toque el piano

me dice: chopin es francés

también: no hay que arrojar

el anzuelo

dejar que pique

para -al final-

provocar que el pez muera ahogado

 

me cuenta que tiene

tres hijas

que trabajan en el cine                                                                                                                                                      

en la industria cinematográfica

alimentando a los equipos

y que odian hasta la médula

a actores y actrices

 

le pido a céline que no llame más

pero se molesta conmigo

su obsesión de contarlo todo

me da miedo resulta escalofriante

antes de cortar pienso

en el pez que se ahoga

 

De solo echarle una mirada al mar

Cuánto miedo debo experimentar

 

Ha llovido desde ayer en la tarde

El agua cae violenta sobre el techo y tú insomne

 

Hemos ido al rompeolas

Yace sobre las piedras un lobo de mar

 

Grabo videos y se los envío

A un amigo que en la montaña matea

 

Cómo capturar este momento

Te pregunto

 

Las nubes que ha dejado la lluvia

Se posan sobre el verde cerro

 

Encaramos el fango en primera marcha

Nos reímos con nervios cuando lo pasamos

 

Anoche los camiones abrían el agua

A más de cien kilómetros por hora

 

Un sueño me envolvía tiernamente

Y tú no lograbas envolverte en él

 

Por la mañana te he leído un poema

De William Carlos Williams

 

Un poema la lluvia en la costa

El viento y una gotera

 

El mar los pelícanos

El sol despuntando

 

Te escribo solo para contarte que en

Estas líneas hay una hermosa mañana