Después de tanto
Y
después de tanto de tantas
Nubes
impulsadas por un viento norte
Ostentosas
de grises oscuros atuendos
Poseídas
y rabiosas
Cubrieron
con su manta blanca
La
chépica y el colchón de novia
Las
desnudas ramas del liquidámbar
Fracturando
las extremidades del limón
El
cielo como embozado por un tono lívido
Abrazó
la tierra
Congeló
el tiempo
Llegando
el alba a enseñar el espectáculo
Y
después de tanto y de tantas
Nubes
impulsadas por un viento norte
Conversamos
de la manta que nos cubría
Del
pulcro hollín en que dejamos huellas
Después
de tanto
Cercados
por el manto gris azulado
Nos
refugiamos en casa
Para
hacer el amor por última vez
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