Muerte de Nicanor
Y
yo leía a un poeta
Desconocido
para muchos
Y
amado por irreverentes
Se
hablaba de poetas del Olimpo
Los
profesores hacían alarde
De
Mistral Neruda Huidobro
Y
a la deriva quedaban De Rokha
También
Brito Lihn Lira
Y
Pizarnik o Tristán Vela
De
Pessoa ni que hablar…
Pero
hay un poeta
Visceral
Maldito
y tierno
A
la vez
Encarnación
de un oxímoron
Agua
y aceite
Y
yo lo leía en el paradero
En
casa
En
la universidad
En
donde sea
Lo
leía solo
Y
acompañado
El
poeta de quien hablo es
Nicanor
Parra
Que
falleció un día estival
Yo
la noche anterior
A
la noticia de su muerte
Estaba
de juerga
Con
la lengua traposa
En
donde con un par de litros
Se
modifica la jerga
Y
recuerdo que
X
la mañana
recibí una llamada
De
larga distancia
Era
mi madre
Y
dijo: ¿viste las noticias?
No!
Qué pasó, dije yo
Falleció
Nicanor…
Nicanor
Parra…, escuché del otro lado del teléfono
Acto
seguido corté
Acto
seguido corrí
A
prender la tele
Y
ahí estaba
“Fallece
Nicanor Parra a sus 104 años”
No
pude llorar de sopetón
No
exclamé nada
Me
senté porque tenía el cráneo partido en 2
Me
miré al espejo y lloré
Procurando
no ser visto
Era
tan fuerte la resaca
Que
me tendí en la cama
Y
dormí toda la tarde
Ahora
quiero creer
Que
estar encañado
Sirvió
para vivir el duelo
Impactante
De
la muerte de Nicanor
Quien
bajó del Olimpo
E
hizo que la poesía fuera objeto indispensable:
No podemos vivir sin poesía
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