lunes, 22 de octubre de 2018


A la mar van los poemas

Circundado por los brotes de un verdor que crece y crece
Entre la humedad que va quedando de la estación pasada
Y el sol que pega la camisa a mi piel mientras sudo busco
Escribir un par de poemas por día o nada por semanas

Escribir los poemas que fueron arrojados a la mar
Por el militar que a golpes certeros empujaba al poeta
Subiéndolo al buque atiborrado de los más débiles
En el que la más mínima luz que se colaba por la escotilla
Encandilaba a los muchachos que adivinaban la hora

Envuelven los grillos y el aleteo de los pájaros mis oídos
Mientras recuerdo al poeta que perdió su carpeta de poemas
Roja como la sangre de los ahogados en el mar

Escribir
Y creer que las palabras contenidas en los poemitas que cargaba
Han sido leídas y han rozado las pieles frías de quienes yacen ahí
Entre las rocas y los moluscos los peces y promontorios de arena

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