lunes, 22 de octubre de 2018

Desorden Fértil


Eliana

Silla frente a la mesa
Concha de loco cenicero
Cuchara de café generosa
A la taza carmesí
Cinco gotitas de endulzante
Y agua caliente sobre la mezcla
Dispuesta sobre el regazo de madera
Respaldo piel con piel con su espalda
Cigarro en la comisura de los labios
Besando la llamita de fuego
Que emana de un encendedor
Inhala el tóxico humo del placer
Abre el cuaderno repleto de versos
Hojea algún poema lee se interesa en otro
Da vuelta la página exhalando
Y aspirando desde el filtro del cigarrillo
Toma su lápiz y comienza
La primera palabra
Avanza con versos y coplas
Absorta en el contacto del lápiz
Con la hoja escribe y escribe
Toma un sorbo del café
Enciende un segundo cigarro
Son pasadas las doce am y finaliza
El poema la viejita que emigró
De la capital a una localidad
Sureña a deleitarse con el
Viento los pinos Oregón y
El trinar de las bandurrias.


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